Mito de la Vigilancia médica Ocupacional: ¿La salud de mi empresa se limita a los exámenes médicos ocupacionales?
El año 2011 fue emitida la ley de seguridad y salud en el trabajo, ley N° 29783, mediante la cual se creaba la obligación de todas las empresas de realizar exámenes médicos ocupacionales de ingreso, anuales y de retiro a sus trabajadores, de acuerdo a los riesgos de cada puesto de trabajo.
Al año siguiente se publica el decreto supremo N° 005, el cual reglamentó todo lo relacionado a la ley y con ello, se terminó de sustentar la necesidad de realizar exámenes médicos ocupacionales a los trabajadores.
Posteriormente en el año 2014, se emitió la ley N° 30222, la cual modifica a la ley original de seguridad y salud en el trabajo emitida tres años antes. A través de esta ley se flexibilizaba la necesidad de realizar exámenes médicos ocupacionales anuales (pasando la necesidad ahora, a ser cada dos años), así como la necesidad de realizar exámenes de ingreso (limitada sólo a empresas que realicen actividades de “alto riesgo”) y de realizar exámenes de retiro (los cuales pasaban a ser facultativos).
Sin embargo, las leyes y decretos supremos emitidos por esos años, no detallaron claramente qué se debería hacer con los exámenes médicos ocupacionales y tampoco especificaron si la vigilancia de la salud de los trabajadores se limitaba a estos exámenes. Es así que surge la pregunta inicial de este artículo, pregunta que además se han venido haciendo las empresas a través de todos estos años, esto a pesar que incluso en el año 2011, se emitió una normativa legal relativamente más amplia en relación a los exámenes médicos ocupacionales, por parte del MINSA (resolución ministerial N° 312).
La vigilancia de la salud de los trabajadores es un proceso complejo y continuo, que inicia por la observación y recojo de datos relacionados tanto al trabajador, como a su puesto de trabajo; ese proceso de vigilancia médica, continúa con el análisis y procesamiento de la información recogida, para finalmente planear y ejecutar un conjunto de acciones orientadas principalmente a prevenir enfermedades ocupacionales o detectarlas tempranamente, prevenir daños a la salud relacionados al trabajo, aumentar el bienestar de los trabajadores y mejorar su calidad de vida en el trabajo.
En todo ese contexto, los exámenes médicos representan solo una parte de todo el proceso de vigilancia de la salud, una parte importante, por cierto, ya que permite conocer el estado de salud y permite monitorear la eficacia de la gestión; sin embargo, los exámenes médicos de por sí, solos, no representan a la gestión completa de salud ocupacional que toda empresa necesita, la cual necesita además de tener exámenes médicos, saber qué hacer con ellos.
Con base en nuestra experiencia en el rubro de la salud ocupacional, consideramos que toda gestión de salud ocupacional consta en esencia de tres partes: una parte operativa de ejecución de actividades basada en un plan; una parte documentaria que da soporte y evidencia al aspecto operativo; y finalmente, una parte de “management” propiamente dicha, que permita unificar y viabilizar los dos puntos anteriores.
Dentro de las acciones operativas podemos citar el hecho de que los profesionales de salud deben inspeccionar los puestos de trabajo para conocer insitu los riesgos tanto del puesto de trabajo como del ambiente de trabajo; también podríamos citar las actividades de promoción de la salud como las capacitaciones y las campañas preventivas.
Por otro lado, en cuanto a las gestiones documentarias (principal sustento legal de la gestión), podríamos mencionar los múltiples procedimientos, informes, formatos y registros que se necesitan tener implementados para poder sustentar toda la parte operativa; por ejemplo, aquí entrarían los exámenes médicos ocupacionales, los cuales para ser ejecutados, necesitan antes y después, tener un soporte documentario tales como análisis de riesgos, protocolo de exámenes médicos, registros de entrega de exámenes médicos, informes estadísticos, entre otros.
En tercer lugar y tal vez el más importante desde nuestra concepción, el “management” propiamente dicho, de salud ocupacional, el cual unifica los puntos anteriores a través de planteamiento de objetivos claros de gestión, así como la estrategia para alcanzarlos e ir evidenciando avances periódicamente a través de reporte de indicadores, por ejemplo.
Es vital la gestión que se realiza antes y después de la ejecución de los exámenes médicos ocupacionales, ya que la vigilancia de la salud de los trabajadores es un proceso con múltiples aristas que articulan entre sí para lograr el objetivo supremo de prevención de enfermedades ocupacionales.
Por todo lo antes mencionado, consideramos que los exámenes médicos ocupacionales son un aspecto muy importante dentro de la salud ocupacional de una empresa, sin embargo, más importante aún, es toda la gestión que se realiza antes y después de la ejecución de los exámenes médicos ocupacionales, ya que la vigilancia de la salud de los trabajadores es un proceso con múltiples aristas que articulan entre sí para lograr el objetivo supremo de prevención de enfermedades ocupacionales.
La eficacia de cualquier gestión de vigilancia va residir justamente en tratar de articular todos esos aspectos y adecuarlos a la realidad de cada empresa, tomando siempre en cuenta la normativa legal vigente, el perfil epidemiológico de cada compañía, los grupos vulnerables y los riesgos ocupacionales propios a cada actividad laboral.