¿Cómo hacemos Salud Ocupacional en Praeveni? Y el por qué confiar en nosotros.
Somos expertos en Vigilancia médica y Soporto Médico Corporativo
En PRAEVENI, durante casi 10 años de servicios de gestión de salud ocupacional, hemos nutrido nuestra experiencia y “know how” con los diferentes rubros y clientes a quienes hemos atendido, ya que cada uno de ellos, cuenta con casuística muy particular, normativa legal específica y evidentemente, riesgos propios inherentes a sus actividades laborales. Luego de haber brindado servicios en el rubro de la industria farmacéutica, transporte, minería, hidrocarburos, servicios, metalurgia, industria, entre otros, actualmente nuestro “cómo hacemos salud ocupacional” ya lo tenemos perfectamente definido y lo detallamos en las siguientes líneas.
Estamos totalmente convencidos que para hacer salud ocupacional, toda empresa necesita tener tres pilares fundamentales de gestión:
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Enfoque preventivo. Relacionado a la historia natural de cualquier enfermedad, existen tres niveles de prevención en la ciencia médica, los cuales nosotros usamos y aplicamos en nuestra gestión de salud ocupacional.
En primer lugar, la prevención primaria, a través de la cual realizamos un conjunto de actividades dirigidas a evitar el inicio o la aparición de dolencias y/o enfermedades; dentro de este tipo de prevención, nos centramos en la promoción de la salud ocupacional, así como en la detección e intervención en todas aquellas condiciones relacionadas al trabajo, que podrían influir en que el estado de salud del trabajador cambie a mediano-largo plazo. Por otro lado, en este tipo de prevención también nos enfocamos en mejorar el conocimiento de los trabajadores en relación a la salud ocupacional ya que ellos deben ser los actores principales en el cuidado de su salud. Esta prevención es la principal en nuestra gestión ya que evidentemente, es la que debe realizarse antes de que el daño a la salud aparezca.
En segundo lugar, realizamos una prevención secundaria, la cual básicamente se enfoca en la detección precoz de enfermedades. En este punto es que ingresan los exámenes médicos ocupacionales, los cuales en primera instancia, buscan detectar cambios precoces en el organismo de los trabajadores, no obstante, como cualquier examen médico, puede detectar trabajadores enfermos, sin embargo, éste no debe ser su principal fin, ya que cuando un trabajador está enfermo, la mayoría de veces, no hay vuelta atrás.
Dada la oportunidad de los exámenes médicos en este nivel de prevención, se requiere toda una gestión pre y post ejecución de estos exámenes en aras de que las pruebas médicas a las que se someta el trabajador sean las idóneas de acuerdo a sus riesgos, pero además, que se pueda realizar una correcta interpretación de resultados tanto a nivel individual como a nivel colectivo, que a su vez retroalimente a la gestión de salud ocupacional de la empresa y permita tomar decisiones o ejecutar acciones que eviten el avance de algún tipo de dolencia o enfermedad, o mejor aún, poder revertirlas en los casos en que sea factible.
De estos dos primeros niveles de prevención, debemos siempre enfocarnos en la prevención primaria, sin embargo, si esto no fuera posible porque cada grupo ocupacional tiene su propia historia de exposición y de salud, pasamos a enfocarnos en la prevención secundaria, detectando cambios tempranos en la salud de los trabajadores.
En tercer lugar, de manera indefectible, se debe realizar una prevención terciaria, la cual básicamente está enfocada en recuperar y brindarle calidad de vida a los trabajadores que ya padecen de alguna enfermedad, ya sea esta de índole ocupacional o de cualquier otra índole. Esta prevención terciaria no debería ser el foco de cualquier gestión de salud ocupacional, sin embargo, es necesario tener en cuenta y “mapeada” este tipo de prevención debido a que inexorablemente encontraremos trabajadores enfermos dentro de las empresas, que también requieren una atención para disminuir el impacto de esa carga de enfermedad, tanto en sus vidas personales como en la carga de enfermedad de la empresa
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Enfoque Integral. La gestión de salud ocupacional de toda empresa necesita integrar los niveles de prevención descritos anteriormente con otros aspectos importantes, para poder finalmente, configurar una gestión trazable y eficaz en tiempo.
A continuación, describimos los aspectos a tener en cuenta:
– Normativa legal vigente: en este aspecto se debe tener en cuenta tanto la normativa legal vigente aplicable de manera general a todas las empresas (normativa emitida por el ministerio de trabajo, ministerio de salud, gobierno central, etc.), como la normativa legal específica, aplicable a cada rubro en particular (existe normativa específica en el sector minería, construcción, hidrocarburos, entre otros).
Estas normas, se deben tener identificadas para poder imtegrarlas dentro de cada gestión.
– Características poblacionales: se debe tener en cuenta las características generales de la población, tales como la distribución etárea, la distribución según género, las enfermedades generales prevalentes, la historia de ausentismo por salud, entre otras, ya que estas también se deben integrar a la vigilancia médica de cada empresa para poder alinearlas con los demás aspectos y poder priorizar según corresponda.
– Grupos Vulnerables: es de vital importancia, tener muy bien identificados los grupos vulnerables dentro de las empresas, como es el grupo de trabajadoras en edad fértil, el grupo de trabajadoras gestantes y lactantes, el grupo de trabajadores adultos mayores y el grupo de trabajadores discapacitados principalmente.
Estos grupos ocupacionales merecen una vigilancia específica ya que acorde con su nombre, tienen mayor vulnerabilidad a los riesgos inherentes al trabajo.
– Certificaciones y/o acreditaciones de cada empresa: también es importante tener en cuenta este aspectos, ya que las empresas al contar con certificaciones o acreditaciones especiales (tales como certificación ISO 45001 de seguridad y salud en el trabajo; certificación HACCP en la industria alimentaria; certificación BASC en la industria de la exportación o de carga, entre otras), las cuales tienen ciertas exigencias específicas de salud que se necesitan integrar a la gestión de salud ocupacional de la empresa.
– Clientes de las empresas: a menudo las empresas tienen clientes finales que cuentan con estándares ya establecidos en materia de salud ocupacional, muchos de los cuales incluso están por encima de los requerimientos nacionales.
Por ello, también es necesario tener identificado este aspecto, para poder integrarlo en la gestión de salud ocupacional.
– Proceso productivo de cada empresa: cada cliente tiene un peculiar proceso productivo, el cual puede tener implicancias en la salud de los trabajadores y es necesario integrar esas particularidades al proceso de vigilancia médica.
Como ejemplo de esas particularidades, podemos citar el trabajo en sistemas de turnos (matutinos, vespertinos, nocturnos); el trabajo bajo régimen; el trabajo en zonas remotas y/o en temperaturas extremas; el trabajo en periodos horarios largos (como sucede en el transporte terrestres y aéreo), entre otros.
Integrando estos aspectos a la gestión de vigilancia médica de toda la empresa, se puede alcanzar un enfoque integral de altos estándares y de seguro, mucho más eficaz.