El Liderazgo del Médico Ocupacional
“Luis quería comentarte un tema para que me puedas orientar… Sabes que tenemos un médico ocupacional en la empresa desde hace 6 meses aproximadamente, al cual conocí cuando ingresó a la empresa. Muy amable él, de apariencia confiable y seria, edad mediana (joven en referencia a la imagen que solemos tener de los médicos); lucía bien vestido y en el poco tiempo que tuvimos para conversar aquella vez, nos esbozó verbalmente el plan de trabajo que iba a plantear dentro de la empresa, el cual por cierto me pareció bastante bueno. Al cabo de seis meses, te puedo afirmar que sólo lo he visto 2 a 3 veces desde aquella vez; he preguntado por él a los gerentes, jefes y supervisores, pero no me saben dar mucha razón de él, sólo aducen que tiene perfil bajo y que no lo ven mucho en el día a día; por otro lado, he preguntado a algunos trabajadores y me han dicho que casi no lo conocen. Te consulto… ¿Es así el trabajo de un médico ocupacional?, ¿qué podemos hacer?” . Esta fue la consulta que me hizo un muy buen amigo mío, gerente general de una compañía industrial, en relación a su médico ocupacional, hecho que trajo a mi mente el tema del liderazgo del médico ocupacional, visto como una habilidad blanda necesaria dentro del perfil de este profesional, pero además, visto desde la relevancia de poner esta habilidad en práctica, dentro de la empresa.
Daniel Goleman (autor de libros como “Inteligencia Emocional” o “Focus”), define al liderazgo como “el arte de la persuasión hacia los demás, para motivarlos hacia el logro de un objetivo común”, descripción que calza perfecto con la labor de liderazgo que debe alcanzar el médico ocupacional dentro de cualquier organización, en aras de poder gestionar efectivamente la salud de la empresa, gestión que aplique el principio supremo de prevención de daños a la salud, pero que al mismo tiempo, pueda influir en la mentalidad de cada uno de los trabajadores de la empresa (desde la alta dirección hasta la parte operativa, pasando por toda la línea de mando), para que ubiquen a la salud como prioridad en su trabajo y en sus vidas diarias. Labor titánica por cierto, peor aún en contextos como el de Perú y Latinoamérica, donde la salud no es una prioridad para las autoridades ni para las propias personas.
En la práctica diaria, a los médicos ocupacionales nos toca enfrentarnos de manera continua, a una serie de obstáculos que con el tiempo terminamos asumiendo como “gajes del oficio”. Estar detrás de los trabajadores para que acudan a pasar sus exámenes médicos ocupacionales (EMOs); presionar a las jefaturas para que ellos mismos pasen sus EMOs o para que a su vez, presionen a sus subordinados en acudir a los centros médicos a someterse a los EMOs; luego de los EMOs, gestionar la entrega de resultados médicos de manera personal a cada uno de los colaboradores; solicitar presupuestos adicionales ante las gerencias, para actividades preventivo-promocionales (teniendo como premisa, que algunas veces ya de por sí, el médico ocupacional significa un gasto exigido por ley); mover cielo y tierra para tener buena cantidad de asistentes a las capacitaciones o a las campañas de salud programadas para ciertas fechas; todos estos son ejemplos palpables de avatares que debemos sortear los médicos ocupacionales en nuestro camino profesional hacia el alcance de la salud dentro de la empresa, ejemplos para los cuales se necesita contar SI o SI, con una cuota alta de liderazgo.
Otra definición de liderazgo que particularmente me gusta mucho, es la propuesta por la Universidad de Harvard, que define al lider como “la persona o grupo que actúa como guía aportando soluciones estratégicas y eficaces”. Esto definición calza perfecto y queda por demás de manifiesto, cuando surgen problemas dentro de la empresa, relacionados a la salud de los trabajadores, tales como accidentes de trabajo severos, problemas serios de salud que requieren descanso médico prolongado, fiscalizaciones de las autoridades competentes y/o denuncias de trabajadores, demandando reparación civil por daños a su salud. En todas estas situaciones, el médico está en la obligación de liderar dichos problemas y plantear soluciones eficaces que permitan llevar a buen puerto dichos acontecimientos, utilizando como estandartes a la ética profesional, la medicina basada en evidencias y la normativa legal vigente, sin soslayar la salud del trabajador ni los intereses de la empresa, de ninguna manera.
Con base en lo mencionado, es más que evidente la necesidad de que el médico ocupacional tenga, predique y aplique el liderazgo en su gestión de salud ocupacional, liderazgo que a la vez permita hacer visible la gestión del médico, frente a todas las partes interesadas. Para ello, tomando en cuenta el libro de Liderazgo de Brian Tracy, llevado al contexto de la gestión del médico ocupacional dentro de las organizaciones, planteo estos 7 puntos a tener en cuenta:
- Identificar metas mayores dentro de la gestión. Dentro de las cuales puedo citar el hecho de tener cero enfermedades ocupacionales, 100% de cumplimiento de la normativa legal vigente, cumplimiento de más del 90-95% de actividades del plan annual, entre otras.
- Plasmar en papel dichas metas y planes. Hay que documentar todo, de manera detallada todo y compartirlo con las partes interesadas.
- Establecer fechas límite para objetivos y para actividades. Las actividades agendadas suelen ser mensuales y el total se reporta de manera anual, pero las metas mayores deben planearse en el mediano y largo plazo (ejemplo: visión cero de enfermedades ocupacionales).
- Crear un plan de acción. Que tome en cuenta los procesos de la empresa, los requerimientos legales, la envergadura de la organización y la complejidad de la misma.
- Ejecutar. Muchos planes se quedan en papel y terminan siendo documentos referenciales, más no se llevan a la práctica y eso lleva al fracaso de la gestión.
- Hacer labor de Campo. Esto es vital para el liderazgo. Visitar las áreas, conversar con los trabajadores, reunirse con la línea de mando, participar de los comité, etc.
- Posicionar la imagen del médico. Labor que recae en la empresa a través de la alta dirección y gerencia de recursos humanos especialmente. Tener el médico posicionado y sobre todo a la salud ocupacional posicionada en la organización, facilitará la gestión.
Soy consciente que muchas veces el liderazgo no es algo con lo que las personas nazcamos (como si nacieron los líderes como Alejandro Magno, Napoleon Bonaparte, Winston Churchill, entre otros), sin embargo, si creo que es una habilidad que se puede entrenar porque desde mi perspectiva, es un valor clave para el éxito de la salud ocupacional.